Testimonio

TESTIMONIO

 “Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza” Salmo 145:6

Quisiera transcribir a continuación las dos ocasiones que produjeron un cambio radical en el transcurrir de mi vida, y que consecuentemente cambiaron el rumbo de la historia y el destino de la misma:

Un día cualquiera del año 1988, año en que me encontraba “aparentemente completo y muy contento”, con la fama de cantante muy conocido en mi país, y económicamente estable, ocurre un evento que marca para siempre mi corazón, un día saliendo de la oficina, tomo el ómnibus que me llevaba todos lo días a mi casa, y ese día, con el ómnibus repleto de gente, una humilde mujer con mucha carga, en razón de su reciente compra en el mercado de compras más concurrido de la ciudad, llamado el mercado Nº 4, se me acerca con cierta dificultad y luego ya cerca me dice: …..usted es el canta por la tele Señor?, y yo le contesto, que si, …. y luego la siguiente pregunta….usted alguna vez pensó cantar para Dios?, directo al corazón la pregunta y.. por supuesto mi respuesta fue lo mas sincera posible y tuve que confesar que nunca se me había ocurrido tal cosa…., y luego la siguiente frase que sale de la boca de esta bendita mensajera del Señor, frase con la cual el Señor Jesucristo conquistó para siempre mi corazón: “Usted tiene que cantar para Dios, porque a Dios le agrada el hombre que le canta”. Y a partir de ese momento, mi vida se vuelve como un ciervo, que brama por las corrientes de las aguas del río del amor de Cristo.

El segundo evento, ocurre el día 24 de setiembre del año 1988, para ese día, me comprometí con 2 (dos) personas al mismo tiempo, (el problema era que en aquel tiempo no usaba la famosa agenda), para cumplir compromisos como cantante, en uno para cantar en un cumpleaños donde recibiría una buena paga, una buena cena y la elección de lo mejores licores y la posterior juerga nocturna de ocasión. El otro compromiso era con un amigo, Arnaldo Mascheroni, quien me invitó para cantar dos canciones cristianas en la reunión de un grupo de jóvenes por motivos del día de la primavera. Por primera vez en esa ocasión, sentí el deseo de hacer la voluntad de Dios, y escogí acceder a la segunda invitación donde no recibiría ninguna paga, ninguna cena, ningún licor y tampoco ninguna posibilidad de juerga nocturna de ocasión. Fue una decisión un poco difícil porque yo necesitaba de ese dinero, en razón de nuestra  precariedad económica en la familia recién venida del interior del país, pero ese día el Señor me habló por su palabra: No te preocupes por lo que tienes que comer y por lo que te tienes que vestir, por que yo te voy a vestir mejor que las flores del campo, que ni aún Salomón con todo su lujo se pudo vestir como una de ellas, no temas porque a partir de hoy …..serás pescador de hombres”. Maravilloso llamado!!!!, hoy vivo realmente completo y muy contento con mi esposa Cynthia y mis 2 (dos) hijas, Ana Paula y Sara Elizabeth, con los problemas normales de la vida, pero sabiendo que tenemos un Dios bueno y todopoderoso que nos ama y suple todas nuestras necesidades en el precioso nombre de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Al Señor sea toda gloria y honra por toda la eternidad! ¡Dios les bendiga!